¡Desencántenme inútiles!
(autores: varios con las experiencias que me han contado)
Estaban jugando a los encantados, cuando un compañero gritó
¡Desencántenme inútiles!
Obvio, nadie lo peló, ¿Quién sería el inútil
que lo desencantaría? Así que su grito de auxilio lo sumió aún más en el
aislamiento.
Pasa, a veces, que la forma que tenemos de
pedir ayuda o de llamar la atención, en lugar de conseguir su objetivo nos sume
más en el problema original.
Hay varios ejemplos de ello, vi como un niño
quería que una niña le hiciera caso y como no lo consiguió, el
niño le mordió la mano. Finalmente, obtuvo atención de la niña, pero también la
de la maestra y los papás.
En otra ocasión tres niñas y un niño tenían
que ponerse de acuerdo para decorar un dibujo de un gato. El niño propuso algo
y las niñas, que eran mayoría, propusieron otra cosa. Como el niño no consiguió
que se hiciera lo que él quería, con unas tijeras destruyó el dibujo de gato.
En otro ejemplo, un día en medio de una
discusión, un niño se molestó y gritó ¡Me voy de la casa¡ y se fue. En esta
ocasión, no pudo ni salir del edificio, porque a su corta edad aún no tenía
llaves, así que se sentó en las escaleras a esperar a que se le pasara el
coraje. Pero conozco adultos que hacen esto tipo de cosas y aunque la intención
original era solicitar mayor atención, una acción como esta se puede convertir
en una ruptura tal que sales del escenario y pierdes toda la atención que al
menos tenías.
Recuerdo cuando estaba en pre-primaria, un
niño me jalaba constantemente las trenzas, aunque yo le decía que no lo hiciera,
él insistía. Un día me hartó y le encaje un lápiz en la mano con la que me
jalaba el pelo. Y asunto arreglado.
Cuando el maestro de pintura escuchó algunas
de estas experiencias, hizo un comentario que considero acertado: “Les hacen
falta habilidades sociales para gestionar sus sentimientos”.
Obtener estas habilidades es esencial, pero no
creo que eso esté incluido en los cursos escolares, más bien se van aprendiendo
en la vida, un poco a golpes. Pero también, se puede buscar como aprenderlas
por otros medios y así navegar en nuestra historia con un poco más de gozo.
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